Parece que falta una eternidad, pero
para que asuma el próximo presidente y tenga que empezar a resolver las
problemáticas que la sociedad le demanda faltan menos de dos meses. Es claro
que, al no saber todavía quien será, poco se está hablando de cuáles son las
posibles soluciones a estos problemas, muchas de las cuales son "piantavotos"
y no son mencionadas directamente por ninguno de los dos candidatos.
A continuación una lista de los
problemas a resolver y los desafíos que tendrá en materia económica el próximo
presidente.
Inflación: Se estima que la inflación este año
va a ser del 26%. Si bien es menor a la del año pasado es una de las más altas
del mundo y parece difícil que pueda seguir
bajando ya que desde el 2007 tenemos una inflación mayor al 20% (con la
excepción del 2009 por la crisis). El
problema es que bajar la inflación rápidamente puede tener como costo una
recesión (aún mayor a la actual) y el aumento del desempleo, y dado que el
país "se acostumbró" a este nivel de inflación creo que lo que va a
hacer el próximo presidente es bajar
gradualmente la inflación durante todo su mandato, evitando generar
desempleo y priorizando la resolución de otros problemas que pueden a su vez
colaborar con la baja de la inflación.
Atraso cambiario: El dólar (oficial) en Argentina
está barato, ningún economista duda de eso. Está casi tan barato como en los
denostados años 90 (clcik aquí para saber más). La devaluación del dólar fue
mucho menor que la inflación en todos estos años y esto nos llevó a una
apreciación cambiaria insostenible, Argentina es cara en dólares. El gobierno apreció la moneda porque eso rinde electoralmente, pero luego el problema se le fue de
las manos. Puso parches (vendió las reservas, puso el cepo) pero no lo resolvió
del todo ya que no quiso ni encontró el momento políticamente justo para
devaluar el dólar. Por lo tanto el desafío para el próximo presidente va a ser devaluar la moneda más que la inflación
para recuperar la competitividad perdida y poder eliminar un cepo que fue
extremadamente nocivo para la economía. Pero cuidado, el presidente que venga tendrá
que devaluar sin que se genere una
disparada inflacionaria que baje el poder de compra de los salarios y ponga
presión a una nueva devaluación y se repita la historia. (En otro post voy
a dar una opinión de cómo se podría hacer esto).
La falta de dólares: El cepo se puso para evitar la
salida de divisas, pero lo que generó también fue hacer que no entren más dólares.
Como el dólar está barato, ninguna empresa grande quiere traer sus dólares
legalmente para venderlos a $9,5 cuando hay gente que paga $16 por ellos en el
mercado blue, eso es un gran desaliento a la inversión. La falta de moneda extranjera se puede solucionar rápidamente
levantando el cepo. Sacando el cepo se termina con este dilema y además se
genera un shock de confianza que hace a nuestro país más atractivo.
Personalmente creo que si se resuelve bien la salida del cepo la llegada de
dólares no va a ser un problema, lo difícil es sacar el cepo de manera
ordenada. Con respecto a la falta de
dólares también tenemos que solucionar el conflicto con los fondos buitres.
La sentencia está firme y no hay nada que se pueda hacer, en algún momento nuestro
país va a necesitar de crédito externo y si no se resuelve el problema con los
fondos buitre obtener ese dinero va a ser mucho más costoso. Esto no solo va a
permitir pedir dinero a una menor tasa sino que va ser necesario para que el
mundo cambie su mirada sobre nosotros y se vuelva a invertir en nuestro país.
Por último, los argentinos tenemos una
enorme cantidad de dólares fugados en el exterior; una buena política para
atraer estos capitales podría ser muy útil para acabar con la escasez de dólares.
Déficit fiscal: Tenemos un déficit fiscal alto en
nuestro país, es decir se gasta más de lo que se recauda y cada año el
desajuste es mayor. Independiente de cómo se financie (deuda o impresión de
billetes), es necesario que el país equilibre un poco las cuentas si quiere
crecer más y más rápido. Pero, al igual que con la inflación, hacer un recorte fuerte de gastos de un año
a otro puede tener consecuencias muy graves para el país. El ajuste tiene que
ser gradual, el problema es cómo hacerlo. El próximo presidente deberá
poner mucho esfuerzo en hacer un estado más eficiente, en mejorar la
insostenible política de subsidios (que favorecen en muchos casos a los más
ricos) y en achicar los gastos superfluos del estado cuidando de no perjudicar
a los pobres. Parece fácil en las palabras pero es extremadamente difícil en
los hechos.
En resumen, la Argentina necesita
devaluar pero a la vez cuidar los salarios y evitar una disparada
inflacionaria. La devaluación va a ser necesaria a pesar de que lleguen o no
dólares al país, pero mientras más lleguen más fácil va a ser controlar el
dólar una vez ocurrida esta devaluación. Lo
fundamental es consolidar un país que no gaste más de lo recauda y que así
nunca volvamos a caer en la inflación como en la década pasada ni en el
endeudamiento impagable de la década de los 90.