Para arrancar es importante
explicar qué quiere decir que un país caiga en un default: Un default se da
cuando un país deja de pagar, parcial o totalmente, las deudas que contrajo (ya
sea con otros países, organismos internacionales o agentes privados/bonistas). Cuando
un país cae en default queda imposibilitado de pedir nuevos préstamos y la
confianza en ese país cae notoriamente a punto tal de que pueden bajar a cero las
inversiones extranjeras.
Algunos economistas diferencian
dos tipos de default. El primero es el default que podemos llamar clásico: El
país se queda sin plata para pagar a sus acreedores y decide suspender algunos o
todos sus pagos de deuda. Argentina a finales de 2001 tuvo un default de este
tipo. El segundo tipo es el llamado “default técnico”. En esta
categoría están incluidos todos los casos en los que el país tiene el dinero
pagar pero, por alguna circunstancia financiera, legal, etc., no puede pagar a
sus acreedores. El default en el que cayó Argentina la semana pasada es de esta última
categoría.
No es lo mismo para un país
incurrir en un default clásico que en uno más bien técnico. El segundo es menos
grave para la economía y no necesariamente daña la confianza en ese país.
El primero de agosto, Argentina
entró en un default técnico parcial. La justicia de Estados Unidos le prohibió
que siga pagando a los bonistas si no le paga antes a los fondos buitres. Pero esta norma rige solamente en este país,
por lo tanto puede seguir pagando (y ya lo hizo) a otros acreedores y bonistas en
otras partes del mundo.
¿Qué son los fondos buitres?
Aclaremos antes que nada que lo
que hacen los fondos buitres es legal. No solo en Estados Unidos, sino en todo
el mundo. Que sea ético o no, no es tema de la economía.
Cuando un país necesita plata
para financiarse vende bonos que cualquier persona puede comprar. Los bonos son
como pagarés que tienen un interés y una fecha pactada de pago (o varias fechas
si se paga en cuotas). Juan Pérez puede comprarle un bono a la Argentina por
$100 y a los 5 años, por ejemplo, cobrar esos $100 más los intereses. Pero si
Juan Pérez necesita la plata antes puede vender ese bono a Paco Gutiérrez y ser
este último el que cobre ese bono a los 5 años. El precio por el que Juan va a
vender su bono puede ser más alto o más bajo dependiendo de varios factores: lo que falta para que se cumpla el plazo de pago, que probabilidad hay de
que el país finalmente lo pague, etc.
Desde la última dictadura hasta el 2001
Argentina acumuló mucha deuda, es decir emitió muchos bonos. Para darle seguridad
a los bonistas/acreedores y pagar menos tasas de interés emitió esos bonos bajo
ley de Estados Unidos. Por lo tanto cualquier disputa legal que haya por esos
bonos los resolvería la justicia de ese país.
Cuando se espera que esos bonos
no se paguen o que su pago se atrase mucho tiempo (como pasó con los bonos
emitidos por Argentina después del default del 2001), el precio de esos bonos se
desmorona.
Ahí aparecen los buitres. Estos le dicen a Juan: “Flaco, esto no te lo van a pagar por mucho tiempo y
encima te van a pagar menos, te lo compro yo, ya y por $30”. Y así, los buitres
compran pagarés que valían $100 más intereses por solo $30 esperando que puedan
forzar al país a pagarles todo.
Argentina propuso en 2005 y 2010
ofertas de pago a aquellos que tenían bonos en los llamados canjes de deuda. En
un canje de deuda el país le dice a los bonista: “Dame tu bono viejo que se
defaulteo y te lo canjeo por uno nuevo con nuevos plazos y nuevos montos de
pago”. A pesar de que los nuevos bonos que Argentina ofreció a los acreedores pagaban considerablemente menos que los viejos bonos, el 92,4% de los bonistas aceptaron esa propuesta. Esto pasa porque si todos pretenden cobrar el total de
los montos pactados al principio, el país no puede pagar y nadie cobra nada.
Desde esas fechas Argentina viene pagando en muchas cuotas a los acreedores que
aceptaron el canje.
Pero un pequeño grupo no acepto
estas propuestas porque pretenden cobrar el total del valor del bono. En este 7,6% restante se encuentran los fondos buitres. Estos consiguieron que la
justicia de Estados Unidos obligue a la Argentina a pagar el total del valor de
los bonos. Como la argentina se negó, la justicia norteamericana le prohibió
seguir pagando las cuotas de algunos de los bonos que había pactado con los que
sí aceptaron las propuestas de 2005 y 2010.
Argentina no está en default por
no pagar a los buitres, sino porque no pagó (por el bloqueo de la justicia) a
los bonistas que habían canjeado sus bonos en 2005 y 2010.
¿Qué consecuencias tiene?
Son muy inciertas las consecuencias
que puede tener esta situación por ahora. Para empezar, el gobierno e incluso
algunas entidades privadas internacionales dicen que el país en realidad no
está en default. Algunos economistas sostienen que
esto va a empeorar la situación de la economía, sobre todo por el aumento del
dólar blue y la disminución de inversiones. De momento el blue, que suele ser
muy volátil, no subió respecto a la semana pasada y las inversiones ya se
encontraban muy bajas antes del default. Muchos países del mundo, por otra parte,
apoyan a la Argentina en este litigio y la reputación del país no se vio afectada.
Por ahora estamos en un periodo
de stand by, o mejor dicho, con los mismos problemas de antes.
Esta estrofa es pa Griessa
el juez de Estados Unidos
que jovato y atrevido
banca a la gente burguesa.
Buitres los que lo manejan
expertos titiriteros
de intereses extranjeros.
Será dura la pelea
no nos pondrán la correa.
Patria o buitres compañeros.
Muy bueno Santi. Ansío que salga la próxima publicación para poder disfrutar de tu majestuosa poesía!
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