sábado, 16 de agosto de 2014

Inflación para todos

¿Quién nunca presenció ese repetido momento en alguna reunión con amigos en la que los presentes empiezan a recordar con aires de nostalgia viejos precios? Para aquellos de mi edad conitos de McDonald’s a 50 centavos, bolsas repletas de caramelos por $1, botellas de bebidas cola por 75 centavos,  son algunos de los precios que encabezan la lista de los más nombrados. Preguntamos por un precio y recibimos como respuesta  un valor y una fecha, algo así como “me salió $100 pero el año pasado, ahora me mataste”.
La inflación es el desequilibrio económico que los argentinos más conocemos. Desde la primera presidencia de Perón hasta hoy (69 años) el país tuvo inflación alta. La única excepción a esta regla fue el periodo de la convertibilidad en los 90. De alguna manera todas las generaciones están acostumbradas a que “todo sube”. La idea del post de hoy es explicar algunas de las causas que tiene este fenómeno y ver qué soluciones existen.

Ranking de inflación de América Látina del año 2013

Causas

A la hora de explicar las causas de la inflación los economistas se dividen en dos bandos antagónicos. Entender las causas es fundamental para poder aplicar después una solución efectiva.
El primero de estos grupos, llamados comúnmente ortodoxos, sostiene que la causa central de la inflación es el exceso de emisión de dinero por parte del gobierno.
Voy a tratar de explicar detalladamente este mecanismo: Supongamos que en nuestro país-isla hay solo un bien que se produce y se puede comercializar, por ejemplo el coco. Más precisamente hay solo 100 cocos que posee el dueño de la única palmera. El resto de los habitantes de la isla tienen dinero. Entre todos suman $200 pesos para disputarse entre sí los cocos disponibles. El vendedor sabe esto y fija el precio de cada coco en $2 para venderlos todos al máximo precio posible. Ahora supongamos que un viajero llega a la isla con otros $200. En la economía van a circular a partir de su llegada, un total de $400.  Automáticamente el dueño de la palmera va a fijar el precio a $4 para poder maximizar su ganancia.
Si la cantidad de pesos en la economía crece constantemente a ritmo elevado, consecuentemente va a haber cada año más billetes por cada bien comerciable y por lo tanto esos bienes van a valer cada día más y los billetes, cada día, un poco menos.
En la otra vereda se encuentran los economistas más heterodoxos. Este grupo sostiene que la principal causa de la inflación son las disputas entre sectores por el reparto del ingreso. La inflación ya no depende tanto de lo que haga el gobierno sino más bien de la estructura económica del país.
Los heterodoxos sostienen que la inercia inflacionaria es determinante. Esto quiere decir que ante cierto nivel de inflación que hubo el año anterior, los trabajadores van a pedir aumentos de sueldos similares a ese nivel y para poder pagarles los empresarios van a subir los precios a porcentajes similares. Esto genera una bola de nieve que con el tiempo tiende a agrandarse más que a achicarse.
También suelen argumentar que la inflación se genera por falta de inversión de los empresarios, sobretodo de las grandes empresas que, al tener mucho poder, prefieren subir los precios a invertir para poder satisfacer a la nueva demanda. Para los heterodoxos la culpa no es del viajero que llega con esos $200 extra sino del vendedor de los cocos que no quiere plantar más palmeras.

Pero entonces ¿Cómo podemos bajar la inflación?

En Argentina existe una muy alta emisión que es consecuencia del enorme y desordenado gasto público que maneja el gobierno. Ni siquiera el aumento de los impuestos le alcanza a este gobierno para poder financiar todo lo que gasta. Está es para mí la principal causa de inflación en este país. Si a eso le sumamos la existencia de monopolios y oligopolios en la gran mayoría de las ramas de la economía más las dificultades que existen para invertir (en vez de aumentar precios) tenemos un caldo de cultivo perfecto para que los precios suban.
Si la inflación es culpa del exceso de emisión, como dicen los ortodoxos, entonces la solución tendría que ser simple: dejar de emitir tantos billetes. Y si la inflación es culpa de especulaciones de los empresarios poderosos y negociaciones salariales, como dicen los heterodoxos, entonces la solución también tendría que ser fácil: congelar los precios para que los trabajadores no pidan más aumentos y que los empresarios no puedan subir los precios.
Ambas soluciones se trataron de llevar adelante en la historia inflacionaria del país y como vemos, ninguna dio resultado. Cortar la emisión de un día para el otro puede llegar a provocar una fuerte recesión y los congelamientos de precios han fallado durante toda la historia de la humanidad ya que generan mercados negros, faltantes de productos además de resultar insostenibles con el tiempo.
Una solución que el mundo encontró para bajar la inflación en los últimos años (Actualmente solo 10 países, incluido el nuestro, tienen más de dos dígitos de inflación) es el llamado régimen de metas de inflación. El sistema consiste en bajar la inflación un poco cada año buscando llegar a una “meta de inflación” más baja cada año. Para que esto funcione es importante que el estado vaya reduciendo gradualmente el exceso de billetes que vuelca a la economía para que la gente vuelva a confiar en la moneda. Por otra parte es importante que los empresarios moderen las subas de precios para que los gremios no pidan tantos aumentos. Es un régimen que requiere de mucha credibilidad en el gobierno y de un fuerte acuerdo social pero, a pesar de esto, que funcionó en casi todo el mundo.
Actualmente el gobierno no podría llevar adelante un régimen de este tipo porque no cuenta con la credibilidad necesaria y ni siquiera reconoce el verdadero nivel de inflación. Pero creo que cualquier candidato que gane en el 2015 lo podría aplicar con éxito.


Le conté a mi amigo Guillote Moreno que iba a hacer un post sobre la inflación, pero se enojó conmigo y me dejó este poema para que puedan disfrutar:

En el país no hay inflación,
no le crean a este pibe.
No hay que ser detective,
nada más que una sensación.
Mentiras de la oposición
y del gordito Lanata
¡La carne esta tan barata!
Si no comes con seis pesos
seguro que sos obeso.
La inflación, es pura sanata.









2 comentarios:

  1. Muy buen post. Valdría la pena aclarar que lo que llamas "bajar la inflación" no quiere decir que la misma tenga un numero negativo sino que año a año muestre un numero positivo mas chico. Sino estaríamos en presencia de deflación que es el peor mal que puede tener una economía.

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