Dólar acá,
dólar allá. Nos pasamos escuchando cuánto vale el dólar y más o menos lo único
que sabemos es: Si sube es malo; si baja, por lo tanto, debe ser bueno. En
reuniones con amigos si sale el tema de cuánto cuesta algo en otro país, por
ejemplo, suele brotar algún comentario acerca del dólar y, si estamos afilados,
nos animamos a predecir qué va a pasar con el oficial, el blue, etc. Por eso me
pareció importante dedicarle unas palabras a este tema.
Dado que de
esta cuestión hay mucha tela para cortar, lo voy a tratar en dos posts
distintos. En este voy a hablar de la importancia que tiene el precio del dólar
para un país en un sentido más amplio. En el segundo, voy a hablar de que está
pasando con el dólar hoy en Argentina, los motivos del cepo, etc.
Los
argentinos, como contaba en el post anterior (Inflación para todos), hemos sufrido durante casi
todas nuestras vidas el problema de la inflación, que, en otras palabras,
quiere decir desvalorización de la moneda (o también pérdida del poder
adquisitivo de la moneda). La inflación resquebraja dos de las tres funciones
del dinero: Una moneda con inflación no sirve como depósito de valor y una
moneda con inflación sirve cada vez menos como unidad de cuenta, es decir, no
sirve para poner precios de referencia a los bienes. Como respuesta a esto, los
argentinos hemos depositado nuestra confianza en el dólar para cumplir, a
veces, esas dos funciones: Ahorramos en dólares (los que pueden) y medimos
muchos precios en dólares (terrenos, autos, inmuebles, etc).
A simple
vista, entonces, parece que el precio del dólar es algo que solo es relevante
para las personas de clase media o alta. Pero esto es un grave error. Lo más
importante no son estos aspectos. El valor del dólar, o también llamado tipo de
cambio, determina cuántos pesos va a recibir un exportador por cada producto
que venda al exterior y, por el camino inverso, cuántos pesos tenemos que pagar
los argentinos por un bien que se importa. El precio de esta moneda es una
variable fundamental para explicar el nivel de competitividad de un país.
¿Qué quiere
decir que un país es competitivo? Que tiene la capacidad de producir bienes
para vender al resto del mundo a un precio similar al que son vendidos bienes
equivalentes producidos por otros países. Que puede producir a precios que los
consumidores de otros países están dispuestos a pagar. Que está en condiciones de competir con
los otros países del mundo. Vale aclarar que un país puede ser más
competitivo en una industria o rama que en otra. Por ejemplo Argentina es más
competitiva en la producción de autos que en la de computadoras.
El tipo de
cambio afecta a la competitividad de un país de la siguiente manera: Si se tiene
un tipo de cambio apreciado, es decir, si el peso vale mucho y el dólar está
barato, las importaciones van a estar baratas y los exportadores van a recibir
muy pocos pesos por cada producto que vendan afuera y se va a perder
competitividad. En los `90, Argentina tenía un tipo de cambio apreciado. Por
otro lado un país puede tener un tipo de cambio depreciado, siendo necesarios
muchos pesos para comprar un dólar. Un tipo de cambio depreciado favorece a los
productores locales que van a ganar más plata por cada bien que exporten y van
a tener menos competencia en el mercado local por el encarecimiento de las
importaciones. Así el país gana competitividad. En los primeros años del
kirchnerismo tuvimos un tipo de cambio depreciado. Por otra parte si un país con
inflación no devalúa su moneda al mismo ritmo, su tipo de cambio se va
apreciando y va perdiendo competitividad. Esto pasó durante el gobierno de
Cristina (hasta la devaluación de enero).
Si tomamos en
cuenta lo dicho arriba, devaluar parecería ser algo bueno para la economía, algo
que da competitividad y aire a los productores. ¿Por qué entonces los gobiernos
tienen miedo de devaluar la moneda si es una medida expansiva de la economía?
Cuando, de un día para el otro, el dólar empieza a valer un 10, 20 o incluso
100 por ciento más, los bienes importados aumentan en ese mismo porcentaje. Una
enorme cantidad de industrias en Argentina importan insumos para la producción y por lo tanto la devaluación
les aumenta los costos y aumentan los precios. Por otra parte, una devaluación
baja la capacidad de los argentinos de poder comprar dólares. A todos nos gusta
cuando el dólar está barato: Te compras el último modelo de celular por muy
poca plata, podes viajar más afuera, etc. Por último, lo más peligroso de una
situación así es que genere una bicicleta de inflación-devaluación. El gobierno
devalúa, acto seguido los precios suben y los sindicatos reclaman más aumentos,
esta inflación vuelve a apreciar la moneda y el gobierno devalúa nuevamente
formando una espiral que puede resultar muy peligroso. Esto es lo que el
gobierno está tratando de evitar en estos momentos.
Argentinos
pido perdón
Por cambiar
tanto de valor
Ser malo no
es mi intención
Pero me apura
la inflación
Si todo sube
un poco
No me voy a
quedar solo
Porque si
todo cuesta más
Yo no voy a
quedarme atrás